Sevilla es una ciudad que ofrece al viajero una experiencia completa: visual, cultural, histórica y emocional. Cada paseo es una oportunidad para asombrarse, saborear y dejarse llevar por su encanto andaluz.

Empieza tu recorrido en el Real Alcázar, un palacio lleno de historia, azulejos y jardines exóticos que aún hoy acoge a la familia real española. A pocos pasos, descubre la imponente Catedral de Sevilla, la más grande de estilo gótico del mundo, y sube a la Giralda, su antiguo alminar convertido en campanario, para disfrutar de unas vistas inolvidables de la ciudad.

Explora el Barrio de Santa Cruz, un laberinto de callejuelas estrechas, patios con flores y leyendas que susurran desde las paredes. Visita el Archivo General de Indias, donde se guarda la memoria escrita de la conquista de América, o pasea por la monumental Plaza de España, una de las más impresionantes del país, dentro del parque de María Luisa.

Adéntrate en el corazón de La Macarena, uno de los barrios más auténticos de Sevilla. Aquí se alza la majestuosa Basílica de la Macarena, donde se venera a la Virgen más querida por muchos sevillanos. La zona respira tradición, sobre todo en Semana Santa, cuando las cofradías y el fervor popular llenan las calles de emoción.

Cruza el Puente de Triana y entra en uno de los barrios con más alma de la ciudad. Triana es cuna de alfareros, marineros y artistas flamencos. Pasea por la Calle Betis junto al Guadalquivir, visita el Mercado de Triana sobre los restos del Castillo de San Jorge, y disfruta de una noche inolvidable entre tapas, guitarra y cante jondo.

El arte está vivo en cada rincón: asiste a un espectáculo de flamenco en un tablao tradicional, visita museos como el de Bellas Artes, o déjate sorprender por la arquitectura contemporánea del Metropol Parasol (Las Setas), con su mirador panorámico sobre los tejados del casco histórico.

Disfruta de la vida local saboreando tapas en una terraza, navegando por el Guadalquivir al atardecer o viendo cómo la ciudad se transforma en un escenario festivo durante la Semana Santa o la Feria de Abril. Y no te vayas sin probar un gazpacho, una ración de jamón ibérico o un buen pescaito frito entre otras tapas.

Sevilla te ofrece historia, arte, gastronomía, tradición y emoción. Todo en un solo lugar.
Solo tienes que venir y dejarte llevar.