Es de esas tiendas que al pasar por la puerta tienes que entrar y mirar. Una empresa familiar fundada en 1845 dedicada a la fabricación de ceras, además de encontrar ese delicado detalle de recuerdo sevillano para llevarte.
Uno de esos sitios que debería figurar en las guías turísticas de la ciudad como lugar curioso y típico. Un testimonio vivo de un antiguo oficio, la cera a la antigua usanza, auténtica cera de calidad.